El 25 de enero, dentro de la cuarta edición de Euskalkonplu (una iniciativa del profesor Karlos Cid para acercar la cultura vasca a la Universidad Complutense), nos visitaron dos miembros de la banda Cromática pistona: la polifacética Errukine Olaziregi (la voz del grupo) y Dani, uno de los guitarristas, para hacer un repaso por la música vasca de ayer y de hoy.
La banda Cromática Pistona. Errukine es la tercera de la fila de arriba y Dani el primero de abajo, empezando por la izquierda. |
Fue un concierto increíble. Un concierto en el que hasta el profesor universitario se atrevió a cantar un par de piezas, animado por todos los que allí estábamos.
El recital empezó con animadas canciones populares, tales como Ikusi mendizaleak (con algunos guiños hacia los asistentes), Aldapeko o Ixil ixilik dago (conozco pocas versiones más animadas y bonitas que la que escuché ese día).
Al igual que muchos cantantes vascos, también le pusieron música a unos versos de un poeta guipuzcoano del siglo XIX, de bastante importancia para la cultura vasca y al que se le conoce como Bilintx: Triste bizi naiz eta.
Entrando en el siglo XX escuchamos canciones de los miembros de Ez dok amairu (movimiento cultural vanguardista de los años 60 y primeros 70): Txoria txori, de Mikel Laboa, Xalbadorren Heriotzean, del recientemente fallecido Xabier Lete y Loretxoa de Benito Lertxundi.
Más o menos por esta época empezó a cantar Imanol, del cual es Mendian gora, quizás la canción más comprometida del evento.
Y siguiendo el camino cronológico llegamos a los años 80, representados por la primera canción que aprende todo estudiante de euskera y que entonamos todos los 3 de diciembre (día de esta lengua): Euskal Herrian euskaraz.
Tampoco se olvidaron de la música que se hace al otro lado de los Pirineos. Pero quizás una de las pocas críticas negativas que se le pueden hacer al concierto es esta, ya que solo sonó una canción vasco francesa: Azkena dantza.
Después de cuarenta y cinco minutos de concierto el romanticismo llegó a la Complutense, con Lau teilatu (cuatro tejados), de Itoiz, Ilargia de Ken zazpi (el grupo más actual de todos) e Hiriak, de Ruper Ordorika.
El final del concierto fue una de mis canciones favoritas: Nor nori nork, que también es conocida fuera de Euskadi gracias al programa Vaya semanita (es la que suena cuando va a salir el chiste sobre los estudiantes de euskera), interpretada por Errukine y la artista invitada Analakantora.
Por supuesto, ante tan bellas letras (la traducción aparecía en una pantalla) y tan gran interpretación, el concierto acabó con gritos de "beste bat, beste bat", o lo que es lo mismo "otra, otra".
En resumen, un gran concierto que espero que vuelva muy pronto a los recintos de la Complutense.
Nota: Cuando empecé a redactar esta entrada, quería poneros las canciones y las letras de las mismas, pero quedaba muy largo, algo engorroso y había problemas de diverso tipo. Sin embargo, me pareció un concierto tan interesante que ya estoy trabajando en poneros todas las melodías con letra y traducción.
Al igual que muchos cantantes vascos, también le pusieron música a unos versos de un poeta guipuzcoano del siglo XIX, de bastante importancia para la cultura vasca y al que se le conoce como Bilintx: Triste bizi naiz eta.
Entrando en el siglo XX escuchamos canciones de los miembros de Ez dok amairu (movimiento cultural vanguardista de los años 60 y primeros 70): Txoria txori, de Mikel Laboa, Xalbadorren Heriotzean, del recientemente fallecido Xabier Lete y Loretxoa de Benito Lertxundi.
Más o menos por esta época empezó a cantar Imanol, del cual es Mendian gora, quizás la canción más comprometida del evento.
Y siguiendo el camino cronológico llegamos a los años 80, representados por la primera canción que aprende todo estudiante de euskera y que entonamos todos los 3 de diciembre (día de esta lengua): Euskal Herrian euskaraz.
Tampoco se olvidaron de la música que se hace al otro lado de los Pirineos. Pero quizás una de las pocas críticas negativas que se le pueden hacer al concierto es esta, ya que solo sonó una canción vasco francesa: Azkena dantza.
Después de cuarenta y cinco minutos de concierto el romanticismo llegó a la Complutense, con Lau teilatu (cuatro tejados), de Itoiz, Ilargia de Ken zazpi (el grupo más actual de todos) e Hiriak, de Ruper Ordorika.
El final del concierto fue una de mis canciones favoritas: Nor nori nork, que también es conocida fuera de Euskadi gracias al programa Vaya semanita (es la que suena cuando va a salir el chiste sobre los estudiantes de euskera), interpretada por Errukine y la artista invitada Analakantora.
Por supuesto, ante tan bellas letras (la traducción aparecía en una pantalla) y tan gran interpretación, el concierto acabó con gritos de "beste bat, beste bat", o lo que es lo mismo "otra, otra".
En resumen, un gran concierto que espero que vuelva muy pronto a los recintos de la Complutense.
Nota: Cuando empecé a redactar esta entrada, quería poneros las canciones y las letras de las mismas, pero quedaba muy largo, algo engorroso y había problemas de diverso tipo. Sin embargo, me pareció un concierto tan interesante que ya estoy trabajando en poneros todas las melodías con letra y traducción.
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